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alkimista71
(Rene Febronio Maestro)
52M
5 posts
11/19/2007 11:28 pm
TRANSMUTACIÓN


No recuerdo si lo leí, lo soñé, me lo contaron o simplemente imaginé que si ascendía en aquel volcán conocería un Hombre capaz de aclarar mis dudas.

Aquel comentario despertĂł en mi una gran curiosidad por conocer tan Santo VarĂłn, despierto o iluminado como suponĂ­a deberĂ­a de ser, por el solo hecho de vivir solo y a una altura tan elevada, si alguien puede sobrevivir ahĂ­, realmente es especial.

Desde Pequeño siempre tuve afición por montes, montañas, volcanes, por aquellas regiones etéreas, tan alejadas del hombre común y tan cerca de Dios; de hecho llegue a creer que alguna Deidad, Gnomo o Criatura Fantástica habitaba en aquellos lugares, incluso hubo ocasiones en que llegue a sentir como si me llamarán, me invitarán a subir.

Así fui creciendo, con esa fascinación comencé por subir montes y montañas, pero nunca había ascendida a un volcán.

Embriagado por la sensación de ver el mundo de manera más amplia. de un punto más alto, abandone el edificio donde nací y crecí, me mude a una montaña donde existe una hermosa vista de toda la ciudad. Al oriente se elevan dos gigantes somnolientos, volcanes de nieves eternas. Uno con la silueta de una Mujer Dormida el otro de su Amante Suplicante.

En mi hogar me sentía seguro, protegido, en paz, alejado de la mancha voraz de la ciudad que devora y destruye todo a su paso. Pero mis sueños y anhelos eran mayores a lo que hasta ahora conocía por eso cuando mi vista se detenía en aquellos Gigantes Blancos soñaba en algún día pasará lo que pasará estaría con ellos.

No se cual de todos los motivos hicieron que, por fin me decidiera a ascender al Amante Suplicante, sabia que no sería nada fácil y me preparé para ello, física y espiritualmente para llegar a la meta trazada.
Por eso cuando llegue al pie del volcán lo mire y al hacerlo me sentí el ser más inferior de la naturaleza, ante ese sentimiento le pedí autorización al volcán para poner mis profanos y torpes pasos sobre su dura roca e incorrupta nieve.

Así comencé mi ascenso inicie en la mañana y termine al anochecer, en que llegue al limite de la roca y la nieve, en donde hice una pausa para descansar, me senté sobre una roca y descargue el equipo, mientras comía mire mi punto de partida, ¡en verdad que es impresionante la vista! Pero aun faltaba mucho por ver y ascender.

Como estaba oscureciendo las primeras luces de la ciudad se encendieron hasta que quedo toda iluminada, pero esa noche era tal vez la más oscura de mi vida, en eso estaba cuando contemple el cielo y vi el espectáculo más maravilloso, estrellas y más estrellas, como si un Divino Pintor hubiera salpicado con su pincel el lienzo universal, y Yo estaba en medio de todo aquello, mire nuevamente la ciudad y ya no sabía si parte del cielo había caído en la tierra o la tierra reflejaba a la Bóveda Celeste.

Trate de dormir un poco, pero me fue difícil hacerlo, no se si fue el cansancio o la soledad pero empecé a preguntarme: ¿Qué hago aquí...? cansado y con frío ¿era necesario pasar por todo esto, por un sueño o comentario? En el trayecto había olvidado al hombre que vivía en la cima, pero... ¿realmente existía? mil dudas y temores me invadían, me paralizaban, pero había subido mucho para desistir y muy poco para mis ideales, por eso me volví sordo a mis preocupaciones, al hacerlo me quede dormido.

Después de dormir un par de horas el frío me despertó, consulté al reloj y creí más adecuado continuar con el ascenso, a pesar de que aun era oscuro, prepare mi equipo, me puse mis crampones, tome mi piolet y los lentes para protegerme del reflejo de la nieve y reanude la marcha; a pesar de la oscuridad, la nieve brillaba e iluminaba el camino.

Después de caminar un buen rato me empecé a impacientar, pues cuando creía que esta más cerca de la cima esta se alejaba, parecía que se burlaba de mi. por si no fuera suficiente mi mochila y equipo parecían como si a cada paso aumentará su peso, haciendo más lento y difícil el ascenso; como si de pronto cargará con mis dudas, temores, odio e ignorancia. Tal era el esfuerzo que empecé a sudar, cada gota de sudor que se mezclaba con la nieve aligeraba mi conciencia y mi carga.

Así, poco a poco me aleje de la vida común, de gente común, con sueños y metas más comunes, eso también era un alivio; entonces solo mire el camino y lo seguí. Al principio quería llegar justo al amanecer para saludar al Padre Sol, pero en ese momento solo me interesaba llegar, ya no me interesaba llegar a una hora especifica, ni si alguien vivía en la cima, ni si estaba cansado o si faltaba mucho, sólo me convertí en uno con la nieve y la roca, ya no era un extraño o profano en aquel sitio, sino parte del propio volcán. Por eso no me di cuenta cuando llegue a la cima, sólo me deje caer de rodillas y mire a Oriente, donde un pequeño rayo de luz trataba de abrirse paso entre la oscuridad, presencie la eterna y diaria lucha de la luz y las tinieblas, la luz se fue imponiendo, como supuse lo harían las tinieblas al anochecer, pero era de día y la luz se hizo. Me levante, alce los brazos como si quisiera tocar con mis dedos al cielo, cuando aclaro y huyeron las sombras pude ver el horizonte, me quede mudo ante tal espectáculo; las nubes flotaban a mi lado, entonces la pequeñez que sentí antes de subir se invirtió, de pronto me sentí como un ser mitológico, mágico, semidivino. Al fin me sentía libre de peso o remordimiento. Solo algo opaco mi alegría, pues al mirar la ciudad de donde había partido, me di cuenta que era el único sitio donde la oscuridad no se había disipado, un humo negro lo envolvía todo, ¿qué diferente se ven las cosas a medida que va uno ascendiendo? ¿Hasta que punto esa oscuridad que el hombre emite no ha penetrado en su corazón y mente? nublando sus sentimientos y pensamientos, acortando su visión del mundo y sus vidas; desvíe mi vista para no seguir viendo eso. Me había costado mucho para llegar ahí y no valía la pena, al voltear vi a la Mujer dormida, hermosa con su manto blanco, comprendí al amante suplicante que se había postrado a sus pies desde épocas inmemoriales y yo también me convertí en su devoto amante.

Gire 360 grados y solo encontré el cráter y fumarolas, entonces recordé uno de los motivos que me había llevado a ese sitio, pero no encontré nada, sin embargo, no me sentí mal, al contrario, entonces mire nuevamente al horizonte, lo que había encontrado era mucho más de lo que había esperado; mire nuevamente a la mancha insensible y oscura de donde había partido; y me comprendí que era tiempo de volver, no podía quedarme, habría sido en vano todo el esfuerzo, en algún lugar de esa oscuridad debía existir alguien que comulgará con mis inquietudes, que me comprendería y entendí que nada es realidad o fantasía, sino hasta donde uno quiere, vi las cosas desde otro ángulo y tenía que descender, pues mientras exista alguien que mire las cosas desde otro ángulo el mundo no se estancará y habrá esperanza para disipar la oscuridad.

Baje al mundo común, pero yo ya no era común, subí a un volcán buscando a alguien, tal vez ese alguien nunca existió, solo hasta que llegué a la cima, yo subí buscando a un Hombre y me encontré conmigo mismo y recobre la vista.

Rene Febronio Maestro

Centauro Alkimista
Rene Febronio Maestro


IPCY 40F
1 post
7/22/2008 8:55 pm

BUENO, BUENO MUY BUENO, LA SINTESIS DE LA VIDA Y PARTE DEL SER QUE ES TODO.